La tarea que el comunicador en los próximos años tendrá, actualmente ocupa sin duda alguna una importancia que nos invita a una reflexión sobre la situación en la que se encuentra. El trabajo que desempeñan los comunicadores en los diferentes aspectos del campo laboral, es limitado debido a una estereotipación tanto del perfil profesional, como de las funciones que podrían desempeñar. Esta problemática es notoria en el ámbito de la comunicación empresarial.
El prejuicio proveniente de los Chef Executive Officer -CEO, limita la gestión de un comunicador en la empresa, a estar sólo enmarcada en trabajos técnicos que no requieren el nivel de preparación académica que poseen estos profesionales.
Sin embargo en los últimos años el contexto mundial ha cambiado, la caída del muro de Berlín y la aparición de la globalización han sido los primeros pasos; una revolución tecnológica y una importancia directa a la informatización como sucesora de la industrialización, son elementos de este nuevo panorama. Un cambio de paradigma se encuentra frente a nuestros ojos, donde la participación (en un sentido laxo) de los comunicadores empieza a tomar mayor relevancia.
La película dirigida por Paul Weitz, “In good company” nos permite reflexionar sobre los conflictos que enfrenta las grandes empresas en un proceso de fusión en el mundo moderno.
La misma globalización y el libre mercado invita con reglas de juego (sistemas normativos) favorables, a que empresarios emprendedores vean oportuno seguir creciendo, utilizando las fortalezas de las compañías, que poseen un capital menor al de ellos, pero que al ser adquiridas, proporcionan un valor agregado que los mantiene competitivos a nivel internacional.
El rol que cumple el comunicador organizacional en la comunicación interna será uno de los retos en el futuro, como lograr la mayor productividad en un ambiente que permita al trabajador sentirse identificado con su organización.
Como afrontar los procesos de Cross Culture y no afectar la identidad de la corporación; generar estrategias que faciliten estar propensos al cambio sin perder la motivación o el norte fijado por los responsables de la gestión de procesos.
En la elaboración de este nuevo paradigma nos encontramos con un sintagma novedoso, “La Calidad Total”, esta será un reto para los comunicadores, que elaborarán mecanismos que permitan sostener una plataforma que proteja la finalidad de la empresa, ya que los atributos de la calidad total y la competitividad en el managment, a veces se superpone a los objetivos trazados en la compañía o en muchos de los casos a su fin (misión).
La importancia de la comunicación en la organización, en el transcurso de los años, estará relacionada directamente con la aparición de estas nuevas problemáticas, el primer paso, es romper con los estereotipos que han sido creados, responsables de las limitaciones en el ejercicio de la gestión en comunicación, y empezar a demostrar el potencial de esta profesión que puede contribuir con la sociedad que se encuentra a portas de un gran cambio.
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